30 de octubre de 2013
Dedicado a la comunidad de Cambio en Clave
Desde las Gradas – El pasado 18 de octubre de 2013 estuve todo el día, taquilla en mano esperando para salir al Choliseo (Coliseo de PR). Llegada la noche arranqué en mi carro y estacioné cerca del Choli, donde había “tailgaters” calentando motores desde temprano. A medida que me acerqué al evento, rápido divisé decenas de vendedores, unos con neveritas llenas de botellas de agua y cervezas frías y otros vendiendo banderas de Puerto Rico y afiches. Había también gente uniformada o con camisetas de estrellas del pasado. La gente llegó en tren, carros y guaguas escolares de todos los rincones de la isla y algunos de más lejos. Y no, no se trataba de un juego de básket o una cartelera de boxeo, se trataba del concierto de las Estrellas de Fania, los Fania All-Stars, de Nueva York y Puerto Rico, para el mundo.
Y se preguntarán, ¿por qué estoy escribiendo de un concierto de salsa en un blog de deportes? Pues lo hago, porque esa noche sonaba y sabía a salsa, con básket, béisbol y boxeo; sabía a pasión y sonaba a sentimiento, es decir, sabía y sonaba a Puerto Rico. Desde esas gradas se gritó y se celebró, se recordó y se añoró, se cantó, se rió y hasta se lloró un poco. Desde esas gradas, durante una noche éramos todos Puerto Rico en clave.
Y es que eventos como el del viernes 18 de octubre, levanta sensaciones similares a las que los fiebrús del deporte vivimos en las canchas y en los parques aplaudiendo a nuestro equipo o atleta favorito. Y en Puerto Rico, todavía, ninguna música une y armoniza mejor a esa fanaticada que la salsa. Después de todo, ¿quién puede ver a la selección de baloncesto salir del camerino y no escuchar en su mente a Andy Montañez preguntando de manera sonora “¿Quién no se siente patrioooota?” o a Bobby Cruz cantando al mundo que “de esta Tierra tan hermosa es Mi Bandera”? Y es que la salsa es calle, y no me refiero a “somos calle, papeh”, me refiero a la calle por la que todos hemos transitado y nos hemos detenido, sin importar edad, clase social o afiliación política. Es la calle en que paramos para contemplar nuestra bandera mirando por encima del túnel y el océano; es la calle en que hemos parado a escuchar el mar y sentir la brisa; es la calle en que nos hemos parado a comprar maví, chicharrón y quenepas; es la calle que muchos añoran desde la lejanía y recrean para sus hijos; es la calle en donde no transitaban autos cuando peleaba Tito; y, es la calle donde todavía suena Ismael y Héctor.
Pero si todavía no los convenzo, les propongo que el parecido de la salsa y el deporte no se limita a pasión y sentimiento, comparten además personajes o arquetipos. Veamos algunos de los más comunes en el deporte, que estuvieron presentes en el concierto de las Estrellas de Fania:
1) El viejo o veterano coach o gerente de equipo, a quien ya los años y la vida le han pasado factura y ha mermado su capacidad o rendimiento para liderar a sus jugadores, pero que su mera presencia aun sirve de fuente de inspiración y la exigen sus jugadores – El Maestro Johnny Pacheco
2) La gloria del pasado, de quien nuestros abuelos y padres aun nos hablan y aseguran que fue el mejor, pero que muchos solo conocimos con posterioridad a su muerte – Ismael “Maelo” Rivera
3) Una de las principales estrellas, pero que vive molesta con la administración o con antiguos compañeros y siempre es capaz de una malacrianza o perreta (como ocurrió ese día) – Willie Colón
4) Segundas y terceras generaciones de glorias del pasado que tratan de hacer su propio nombre e intentan llenar esos zapatos – Chita Rodríguez (hija de Pete el Conde) y Héctor Álamo (nieto de Yomo Toro)
5) Los antiguos compañeros que nunca lucieron mejor que cuando jugaron juntos, pero que ahora la presencia de uno provoca la ausencia del otro – Ruben Blades y Willie Colón
6) El superdotado que se convirtió en la principal estrella y que estaba destinado a ser el mejor y más grande de todos los tiempos, pero que la droga, la tragedia y la muerte lo atraparon muy temprano – Héctor Lavoe
7) El caballo que cayó también en la droga, pero logró levantarse y a pesar de sus años, se mantiene como el alma del equipo – Cheo Feliciano
8) El sustituto y pinch hitter, que en poco tiempo, se ganó un puesto y el cariño y respeto de la fanaticada y de sus compañeros – Andy Montañez
9) El que no pudo llegar al encuentro por razones de salud – Ismael Quintana
10) El eterno e incansable que contra toda predicción todavía puede jugar todos los minutos del juego con más energía que nadie – Roberto Roena
Esos son solo algunos ejemplos y como esos hay muchos otros, sin ni siquiera entrar en que varios de los conciertos más recordados de la Fania ocurrieron en templos del deporte como Yankee Stadium, Madison Square Garden y el Coliseo Roberto Clemente (no será Yankee Stadium o MSG, pero es el nuestro) o que la Fania fue invitada a formar parte del preámbulo a uno de los eventos más grandes en la historia del deporte moderno, Alí vs. Foreman en Zaire, África.
En fin, por una noche miles compartimos y disfrutamos desde unas gradas donde nuestras estrellas regresaban a un último encuentro con su público, donde para nosotros era difícil permanecer en nuestros asientos y para ellos fue difícil marcharse de la tarima. Esa noche todos nos marchamos contentos, porque el equipo de Puerto Rico dio cátedra y ganó por saaaaalsa.
Por: Gaby Desde las Gradas